Reunir una obra es reunir una vida. La obra cambia al ritmo que la vida le propone. Atraviesa distintos momentos estéticos, del mismo modo que el autor o la autora atraviesa distintos momentos vitales. En ese tránsito se hallan símbolos, metáforas, señales que se repiten y perfilan un viaje en el que un poeta se descubre y descubre su estética.

Susana Villalba se reconoce una poeta romántica: cree en la intuición como generadora de conocimiento, como una antena a la que hay que atender sobre todas las cosas. Y cree, como cualquier poeta verdadera/o, que escribir poesía no es un pasatiempo: “El poeta tiene una misión”, señala. Su misión no es ya ser un mensajero de los dioses, sino llevar el lenguaje a su máxima expresión. Encontrar todas sus posibilidades. Pulir el lenguaje y devolverlo al mundo. “Transformar la violencia social en un canto”, dice.

Una pantera en Corrientes
(prólogo por Andi Nachon - fragmento)

Siete libros hacen a "El amor es animal" y cruzan el tiempo de una vida: entre 1982 y 2019 Villalba construye una obra de solidez deslumbrante. Desde "Oficiante de sombras" a "La bestia ser" el camino se extiende con diversas singularidades que hacen a cada título y, sin embargo, tensan un territorio común: una poética de la desavenencia. Para esta voz, la tensión se da entre el adentro y las fuerzas externas, o eso que llamamos mundo, a la vez que ese adentro siempre está en vacilación. Y es en esa zona vacilante donde se erige la voz poética de una chica del siglo XX inmersa en un territorio extrañado y en derrumbe constante. 

Cuando digo chica y derrumbe aparecen dos hitos de esta subjetividad: yo y mi, parafraseando el primer poema de "Susy secretos del corazón", en términos de voz y cuerpo o, más precisamente, consciencia y cuerpo. Así se expone la escisión y su rotura, presencias fantasmales y reincidentes para una mirada que no logra enfocar el afuera, a pesar de su lucidez extrema, sin tensionarlo con un adentro siempre descompasado o en síncopa con las exigencias externas. Claramente estoy hablando de vinculaciones o mandatos, sean amor, éxito profesional o poesía, relaciones interpersonales íntimas o relaciones políticas. Acá me detengo: intuyo que esto, exactamente este desfasaje, hace a una chica del siglo XX que atestigua su lugar. Leer esta poesía reunida, atravesar su vértigo, implica darle escucha al testimonio que la voz poética abre: este ser en la escritura la "no varón", el otro lado del orden, de sus jerarquías y de sus poderes.

Cantidad de páginas: 658

El amor es animal. Poesía reunida - Susana Villalba

$50.000
El amor es animal. Poesía reunida - Susana Villalba $50.000

Reunir una obra es reunir una vida. La obra cambia al ritmo que la vida le propone. Atraviesa distintos momentos estéticos, del mismo modo que el autor o la autora atraviesa distintos momentos vitales. En ese tránsito se hallan símbolos, metáforas, señales que se repiten y perfilan un viaje en el que un poeta se descubre y descubre su estética.

Susana Villalba se reconoce una poeta romántica: cree en la intuición como generadora de conocimiento, como una antena a la que hay que atender sobre todas las cosas. Y cree, como cualquier poeta verdadera/o, que escribir poesía no es un pasatiempo: “El poeta tiene una misión”, señala. Su misión no es ya ser un mensajero de los dioses, sino llevar el lenguaje a su máxima expresión. Encontrar todas sus posibilidades. Pulir el lenguaje y devolverlo al mundo. “Transformar la violencia social en un canto”, dice.

Una pantera en Corrientes
(prólogo por Andi Nachon - fragmento)

Siete libros hacen a "El amor es animal" y cruzan el tiempo de una vida: entre 1982 y 2019 Villalba construye una obra de solidez deslumbrante. Desde "Oficiante de sombras" a "La bestia ser" el camino se extiende con diversas singularidades que hacen a cada título y, sin embargo, tensan un territorio común: una poética de la desavenencia. Para esta voz, la tensión se da entre el adentro y las fuerzas externas, o eso que llamamos mundo, a la vez que ese adentro siempre está en vacilación. Y es en esa zona vacilante donde se erige la voz poética de una chica del siglo XX inmersa en un territorio extrañado y en derrumbe constante. 

Cuando digo chica y derrumbe aparecen dos hitos de esta subjetividad: yo y mi, parafraseando el primer poema de "Susy secretos del corazón", en términos de voz y cuerpo o, más precisamente, consciencia y cuerpo. Así se expone la escisión y su rotura, presencias fantasmales y reincidentes para una mirada que no logra enfocar el afuera, a pesar de su lucidez extrema, sin tensionarlo con un adentro siempre descompasado o en síncopa con las exigencias externas. Claramente estoy hablando de vinculaciones o mandatos, sean amor, éxito profesional o poesía, relaciones interpersonales íntimas o relaciones políticas. Acá me detengo: intuyo que esto, exactamente este desfasaje, hace a una chica del siglo XX que atestigua su lugar. Leer esta poesía reunida, atravesar su vértigo, implica darle escucha al testimonio que la voz poética abre: este ser en la escritura la "no varón", el otro lado del orden, de sus jerarquías y de sus poderes.

Cantidad de páginas: 658