Aquí está el mundo que se manifiesta una y otra vez con sus peligros concretos.
Aquí está la infancia: un patio en la memoria al que siempre se vuelve.
Está el tiempo. Haber crecido y el afán por desdibujarse, soltarse al fin de lo que ancla a un real irrespirable.
El yo poético de este libro huye (tal vez de sí) y se refugia entre palabras (mundos posibles con juegos peligrosos).
Y allí reside, también, la traición.
Yo quise entrar en un libro y ser todas las vidas posibles, escribe Leticia Hernando; que de tanto repetir una palabra la vuelve otra cosa. Separada de aquello que nombra, gira la palabra y se raspa con la lengua en una boca, y es en esa vibración -intento al fin por atrapar/retener alguna claridad- que pareciera vivir la que enuncia.

El abismo que nos mira - Leticia Hernando

$18.000
El abismo que nos mira - Leticia Hernando $18.000

Aquí está el mundo que se manifiesta una y otra vez con sus peligros concretos.
Aquí está la infancia: un patio en la memoria al que siempre se vuelve.
Está el tiempo. Haber crecido y el afán por desdibujarse, soltarse al fin de lo que ancla a un real irrespirable.
El yo poético de este libro huye (tal vez de sí) y se refugia entre palabras (mundos posibles con juegos peligrosos).
Y allí reside, también, la traición.
Yo quise entrar en un libro y ser todas las vidas posibles, escribe Leticia Hernando; que de tanto repetir una palabra la vuelve otra cosa. Separada de aquello que nombra, gira la palabra y se raspa con la lengua en una boca, y es en esa vibración -intento al fin por atrapar/retener alguna claridad- que pareciera vivir la que enuncia.