Los pájaros del bosque es, antes que nada, un grito, un grito de auxilio. La necesidad de hablarles a los demás acerca de una desventura íntima y desgarrante. Un amor prohibido y sus secuelas, que se convierten en una denuncia a la sociedad de la época, incluso a la obligación de permanecer en ella a pesar de sentirse en rebelión contra la misma. Es una obra profundamente personal, de modo que es probable que el libro sea de franco corte autobiográfico: María Pragda, la protagonista, como Picchetti, es estudiante de arquitectura, tiene diecinueve años, al igual que la autora cuando escribía el libro; y, sobre todo, es personal por los diálogos, cuya temperatura testimonial tiene una extraña calidez de confesión.

Augusto Munaro

 

Desde su aparición hacia mediados de los sesenta, las dos novelas de Leonor Picchetti, han ocupado los lugares más incómodos de algunas bibliotecas familiares (…) libros molestos, aquellos que hunden el dedo en la llaga de las sólidas certezas y atacan de frente las buenas costumbres de los lectores desprevenidos, y para colmo de males, escritos sin orden lógico y sin principio ni fin. Desde estos paradigmas fueron leídas y calificadas las dos obras cuando irrumpieron la calma literaria de Jujuy en la década del 60. A la perplejidad sucedió el espanto, y al espanto, la censura y el silencio. Desde entonces, estas novelas han circulado en un radio pequeño de “curiosos y desprejuiciados” lectores afectos a la buena literatura.

María Eduarda Mirande

Dos novelas cortas - Leonor Picchetti

$16.000
Dos novelas cortas - Leonor Picchetti $16.000

Los pájaros del bosque es, antes que nada, un grito, un grito de auxilio. La necesidad de hablarles a los demás acerca de una desventura íntima y desgarrante. Un amor prohibido y sus secuelas, que se convierten en una denuncia a la sociedad de la época, incluso a la obligación de permanecer en ella a pesar de sentirse en rebelión contra la misma. Es una obra profundamente personal, de modo que es probable que el libro sea de franco corte autobiográfico: María Pragda, la protagonista, como Picchetti, es estudiante de arquitectura, tiene diecinueve años, al igual que la autora cuando escribía el libro; y, sobre todo, es personal por los diálogos, cuya temperatura testimonial tiene una extraña calidez de confesión.

Augusto Munaro

 

Desde su aparición hacia mediados de los sesenta, las dos novelas de Leonor Picchetti, han ocupado los lugares más incómodos de algunas bibliotecas familiares (…) libros molestos, aquellos que hunden el dedo en la llaga de las sólidas certezas y atacan de frente las buenas costumbres de los lectores desprevenidos, y para colmo de males, escritos sin orden lógico y sin principio ni fin. Desde estos paradigmas fueron leídas y calificadas las dos obras cuando irrumpieron la calma literaria de Jujuy en la década del 60. A la perplejidad sucedió el espanto, y al espanto, la censura y el silencio. Desde entonces, estas novelas han circulado en un radio pequeño de “curiosos y desprejuiciados” lectores afectos a la buena literatura.

María Eduarda Mirande