Dios se fue a almorzar es la tercera novela de Ferréz, publicada en Brasil en 2012. Para todos los lectores que acompañan la producción de este escritor nacido en un barrio de los suburbios de la ciudad de San Pablo llamado Capão Redondo, la lectura de este libro genera una profunda extrañeza. Mientras que en sus escritos anteriores el autor se posicionaba como un escritor marginal, de trayectoria no letrada y se proponía contar desde adentro la violencia de los sectores tildados de marginales, en esta novela presenta, en cambio, la historia de Calixto, un personaje de clase media que se encuentra inmerso en un profundo drama personal. En Dios se fue a almorzar no aparece ni una sola vez la palabra favela ni se encuentra el lenguaje coloquial tan característico de sus obras anteriores. De todos modos, esta novela de Ferréz retoma el tema medular de sus textos, el del abandono, aunque relocalizándolo de modo tal que es abordado ya no territorialmente sino universalmente. Ferréz claramente no se conforma con las posiciones adquiridas, sino que avanza cada vez más hacia la literatura sin adjetivos, abriéndose él mismo hacia el abandono: el abandono de un nosotros marginales en pos de una búsqueda singular de la categoría de escritor, causando así una incertidumbre entre lectores y críticos que deben reenfocar sus lentes para repensar y disfrutar su literatura. Lucía Tennina

Dios se fue a almorzar - Ferrez

$16.900
Dios se fue a almorzar - Ferrez $16.900

Dios se fue a almorzar es la tercera novela de Ferréz, publicada en Brasil en 2012. Para todos los lectores que acompañan la producción de este escritor nacido en un barrio de los suburbios de la ciudad de San Pablo llamado Capão Redondo, la lectura de este libro genera una profunda extrañeza. Mientras que en sus escritos anteriores el autor se posicionaba como un escritor marginal, de trayectoria no letrada y se proponía contar desde adentro la violencia de los sectores tildados de marginales, en esta novela presenta, en cambio, la historia de Calixto, un personaje de clase media que se encuentra inmerso en un profundo drama personal. En Dios se fue a almorzar no aparece ni una sola vez la palabra favela ni se encuentra el lenguaje coloquial tan característico de sus obras anteriores. De todos modos, esta novela de Ferréz retoma el tema medular de sus textos, el del abandono, aunque relocalizándolo de modo tal que es abordado ya no territorialmente sino universalmente. Ferréz claramente no se conforma con las posiciones adquiridas, sino que avanza cada vez más hacia la literatura sin adjetivos, abriéndose él mismo hacia el abandono: el abandono de un nosotros marginales en pos de una búsqueda singular de la categoría de escritor, causando así una incertidumbre entre lectores y críticos que deben reenfocar sus lentes para repensar y disfrutar su literatura. Lucía Tennina