El 29 de mayo de 1969, en el número 201, la revista Gente (que sólo brevemente había incluido historietas en sus páginas) sorprende con un anuncio en su tapa: Desde hoy: El Eternauta. La revista sólo tenía algunos años en la calle y todavía no se había convertido en uno de los órganos de propaganda de la última dictadura militar en Argentina. Solo había un rancio aroma de la oscuridad que se aproximaba. Gente, entonces, intentando elevar intelectualmente la calidad estética de sus páginas y mostrarse abierta, plural y "contradictoria", comienza a editar, diez años más tarde de la primera versión de El Eternauta de Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López, una segunda versión, a tres páginas por semana, con la idea de que se extendiera por aproximadamente un año.

Oesterheld reescribe el guión ubicando la invasión en América Latina y el dibujo queda a cargo de Alberto Breccia. El entusiasmo, sin embargo, fue directamente proporcional a las críticas que llegaron rápidamente a la redacción. El tono sombrío y la extrañeza del dibujo generó que los lectores lo consideren "inexplicable" y "confuso", provocando que Gente decidiera abreviar la historieta, pidiera disculpas y suspenda su publicación. El nuevo texto de Oesterheld y el dibujo de Breccia se convierten en los principales promotores de una involuntaria pero inevitable tensión entre historieta y cultura popular, historieta y arte contemporáneo, historieta y política.

El Eternauta de 1969 fue publicada, varios años más tarde, como si fuera una obra independiente, excluyendo, tal vez, su particularidad más crítica y vanguardista: la relación con la propia revista. Creemos que al recuperar esto, se puede revelar el inconsciente de una época: el comienzo del período de los grupos guerrilleros armados (y su exterminio por parte de las posteriores dictaduras que tomaron el poder en América Latina) y los cambios culturales post mayo del '68, entre otras grandes turbulencias de la época.

Interviniendo directamente sobre la edición facsimilar del número 201 de la revista Gente, Un Faulduo ha realizado un trabajo de compresión: la totalidad de El Eternauta se encuentra en este ejemplar. En cada nota, publicidad, dossier emerge, fragmentaria, la invasión. Pero, claro, la tarea de abordar este libro no es sencilla. El lector descubrirá que el relato comienza por la mitad, hasta llegar a las únicas tres páginas no intervenidas de la publicación original, que son el comienzo de la aventura, tal como Breccia y Oesterheld las diseñaron y tal como Gente las publicó. Ahí la historia comienza, pero nunca termina. Como la del propio Eternauta, que aún vaga por las nieves del tiempo, entre 1957, 1969 y la actualidad.

Desde hoy El eternauta - Un Faulduo

$18.000
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El 29 de mayo de 1969, en el número 201, la revista Gente (que sólo brevemente había incluido historietas en sus páginas) sorprende con un anuncio en su tapa: Desde hoy: El Eternauta. La revista sólo tenía algunos años en la calle y todavía no se había convertido en uno de los órganos de propaganda de la última dictadura militar en Argentina. Solo había un rancio aroma de la oscuridad que se aproximaba. Gente, entonces, intentando elevar intelectualmente la calidad estética de sus páginas y mostrarse abierta, plural y "contradictoria", comienza a editar, diez años más tarde de la primera versión de El Eternauta de Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López, una segunda versión, a tres páginas por semana, con la idea de que se extendiera por aproximadamente un año.

Oesterheld reescribe el guión ubicando la invasión en América Latina y el dibujo queda a cargo de Alberto Breccia. El entusiasmo, sin embargo, fue directamente proporcional a las críticas que llegaron rápidamente a la redacción. El tono sombrío y la extrañeza del dibujo generó que los lectores lo consideren "inexplicable" y "confuso", provocando que Gente decidiera abreviar la historieta, pidiera disculpas y suspenda su publicación. El nuevo texto de Oesterheld y el dibujo de Breccia se convierten en los principales promotores de una involuntaria pero inevitable tensión entre historieta y cultura popular, historieta y arte contemporáneo, historieta y política.

El Eternauta de 1969 fue publicada, varios años más tarde, como si fuera una obra independiente, excluyendo, tal vez, su particularidad más crítica y vanguardista: la relación con la propia revista. Creemos que al recuperar esto, se puede revelar el inconsciente de una época: el comienzo del período de los grupos guerrilleros armados (y su exterminio por parte de las posteriores dictaduras que tomaron el poder en América Latina) y los cambios culturales post mayo del '68, entre otras grandes turbulencias de la época.

Interviniendo directamente sobre la edición facsimilar del número 201 de la revista Gente, Un Faulduo ha realizado un trabajo de compresión: la totalidad de El Eternauta se encuentra en este ejemplar. En cada nota, publicidad, dossier emerge, fragmentaria, la invasión. Pero, claro, la tarea de abordar este libro no es sencilla. El lector descubrirá que el relato comienza por la mitad, hasta llegar a las únicas tres páginas no intervenidas de la publicación original, que son el comienzo de la aventura, tal como Breccia y Oesterheld las diseñaron y tal como Gente las publicó. Ahí la historia comienza, pero nunca termina. Como la del propio Eternauta, que aún vaga por las nieves del tiempo, entre 1957, 1969 y la actualidad.