Ganadora del Premio Casa de las Américas en 1979, publicada en varias lenguas y elogiada en numerosos países, De Dioses, hombrecitos y policías estuvo prohibida en la Argentina hasta el retorno de la democracia. Costantini comienza la escritura de esta "historia de amor, de humor y de poesía bajo la pavorosa amenaza de la muerte" en 1975 en Buenos Aires, en plena represión, con la ayuda de muchas personas a quienes luego dedicará el libro.
Su acción no ocupa más que algunas horas de ese fatídico 1975. En ella se entrelazan tres dimensiones: por un lado, una asociación poética llamada Polimnia, cuyos integrantes se reúnen cada miércoles en una casa del barrio porteño de Villa del Parque para encontrar "un oasis de paz" en medio de la violencia reinante en el país; por otro, una banda de agentes parapoliciales que tiene a Polimnia bajo estricta vigilancia por sospecharla de actividades subversivas; y por último, unos dioses bastante imperfectos, que desde el Olimpo digitan la suerte tanto de unos como de otros.
Plena de humor e ironía, esta novela puede leerse como alegoría de la represión en la Argentina de aquellos años, como denuncia de la violencia estatal a través de la parodia, como reflexión sobre la voluntad y el destino... En fin, se trata ya de un clásico y, como tal, invita a cada generación y a cada época a (re)descubrir nuevos sentidos posibles en el placer de su lectura.

 

De Dioses, hombrecitos y policías - Humberto Constantini

$16.000
De Dioses, hombrecitos y policías - Humberto Constantini $16.000

Ganadora del Premio Casa de las Américas en 1979, publicada en varias lenguas y elogiada en numerosos países, De Dioses, hombrecitos y policías estuvo prohibida en la Argentina hasta el retorno de la democracia. Costantini comienza la escritura de esta "historia de amor, de humor y de poesía bajo la pavorosa amenaza de la muerte" en 1975 en Buenos Aires, en plena represión, con la ayuda de muchas personas a quienes luego dedicará el libro.
Su acción no ocupa más que algunas horas de ese fatídico 1975. En ella se entrelazan tres dimensiones: por un lado, una asociación poética llamada Polimnia, cuyos integrantes se reúnen cada miércoles en una casa del barrio porteño de Villa del Parque para encontrar "un oasis de paz" en medio de la violencia reinante en el país; por otro, una banda de agentes parapoliciales que tiene a Polimnia bajo estricta vigilancia por sospecharla de actividades subversivas; y por último, unos dioses bastante imperfectos, que desde el Olimpo digitan la suerte tanto de unos como de otros.
Plena de humor e ironía, esta novela puede leerse como alegoría de la represión en la Argentina de aquellos años, como denuncia de la violencia estatal a través de la parodia, como reflexión sobre la voluntad y el destino... En fin, se trata ya de un clásico y, como tal, invita a cada generación y a cada época a (re)descubrir nuevos sentidos posibles en el placer de su lectura.