Daewoo cuenta algo ocurrido hace poco más de una década, pero explica cuestiones muy actuales. Si de algo hablan esas mujeres, es de distancia. Distancia frente a los supervisores de la casa matriz, que rara vez visitaban Francia, y cuando lo hacían era intérprete mediante. Distancia frente a una clase política que, una vez ocurrido el cierre de esa y otras fábricas (como fichas de dominó, fueron varias las que cayeron, para ser reubicadas en otros países), las recibía en espléndidos despachos, les hablaba con tecnicismos indescifrables, las despachaba muy gentilmente y lo antes posible. Abismo frente a la lógica de las grandes urbes y un universo, el de los servicios, donde sus gruesas manos de obrera apenas encontraban espacio. Ninguna lo dice en estos términos, pero todo lo señala: en aquellos días terribles de 2002 y 2003 habían ingresado, aún sin saberlo, a las vastas filas de los perdedores de la globalización.

 

 

 

 

 

 

 

 

Daewoo - Francois Bon

$22.000
Daewoo - Francois Bon $22.000

Daewoo cuenta algo ocurrido hace poco más de una década, pero explica cuestiones muy actuales. Si de algo hablan esas mujeres, es de distancia. Distancia frente a los supervisores de la casa matriz, que rara vez visitaban Francia, y cuando lo hacían era intérprete mediante. Distancia frente a una clase política que, una vez ocurrido el cierre de esa y otras fábricas (como fichas de dominó, fueron varias las que cayeron, para ser reubicadas en otros países), las recibía en espléndidos despachos, les hablaba con tecnicismos indescifrables, las despachaba muy gentilmente y lo antes posible. Abismo frente a la lógica de las grandes urbes y un universo, el de los servicios, donde sus gruesas manos de obrera apenas encontraban espacio. Ninguna lo dice en estos términos, pero todo lo señala: en aquellos días terribles de 2002 y 2003 habían ingresado, aún sin saberlo, a las vastas filas de los perdedores de la globalización.