La idea de cuaderno nos remite a la de primera impresión. Y también a la de una fragilidad, como todo aquello que se sustenta en el puño y la letra, aquello que no se confía a la posteridad que asegura la imprenta. Inmediatamente pensamos en los cuadernos de apuntes, de bocetos o de viaje. Objetos destinados a dejar constancia y a constituir la materia de un futuro trabajo sólido (por no decir verdadero). De este modo, cuando escuchamos el título Cuaderno de ornitología no podemos hacer otra cosa que sentir que vamos a entrar en el antecedente, la precuela de algo. Sin embargo, nada de esto ocurre cuando abordamos el nuevo libro de Eric Schierloh. Compuesto, como el autor aclara en una nota final, por poemas y traducciones ya publicados en otros libros, y dividido en cuatro partes (“Pájaros”, “Pájaros en los árboles”, “Troglodytes” y “Birds”), el texto alcanza una entidad propia que permite al lector ingresar en la intimidad y la intemperie de una voz curiosa, atenta, cuidadosa y hermanada con su entorno.

Leandro Llul

 

Cuaderno de ornitología - Eric Schierloh

$18.000
Cuaderno de ornitología - Eric Schierloh $18.000

La idea de cuaderno nos remite a la de primera impresión. Y también a la de una fragilidad, como todo aquello que se sustenta en el puño y la letra, aquello que no se confía a la posteridad que asegura la imprenta. Inmediatamente pensamos en los cuadernos de apuntes, de bocetos o de viaje. Objetos destinados a dejar constancia y a constituir la materia de un futuro trabajo sólido (por no decir verdadero). De este modo, cuando escuchamos el título Cuaderno de ornitología no podemos hacer otra cosa que sentir que vamos a entrar en el antecedente, la precuela de algo. Sin embargo, nada de esto ocurre cuando abordamos el nuevo libro de Eric Schierloh. Compuesto, como el autor aclara en una nota final, por poemas y traducciones ya publicados en otros libros, y dividido en cuatro partes (“Pájaros”, “Pájaros en los árboles”, “Troglodytes” y “Birds”), el texto alcanza una entidad propia que permite al lector ingresar en la intimidad y la intemperie de una voz curiosa, atenta, cuidadosa y hermanada con su entorno.

Leandro Llul