A mediados de siglo XX surgió una forma de apreciar el mundo de las imágenes: la cinefilia, que le confirió al cine un valor desmedido. Si bien, esta figura solemne ha muerto, era necesaria la reflexión de “un hijo de la era digital” para revisar “la historia del cinéfilo de carne y hueso” –como dice Roger Koza– y desarticular los modos de ver de varias generaciones. Vicente expresa su renuncia a una “religion”, la cinefilia, en un ensayo que va de lo confesional a lo intelectual, de lo intimo al ajuste de cuentas con los grandes referentes del culto por el septimo arte. Contra la cinefilia vale tanto para lectores eruditos como para interesados en el pensamiento de la imagen. Incluye una nota a la edición argentina en la que el autor subraya los cambios que se aceleraron en la industria cinematográfica debido a la pandemia de coronavirus.

“Aunque se tiende a resaltar el amor como motivación principal de los cinéfilos, su carácter se define también por otros sentimientos y emociones, no todos tan sanos: arrebatos pasionales y censores, indignación, rabia, nostalgia, entusiasmo, dolor o tristeza. En muchas ocasiones el odio a una determinada forma de cine, a una película o a un director se manifiesta con igual o más intensidad que el amor. Se diría que los cinéfilos desarrollan una relación patológica con el objeto de su deseo”.

A partir de su propia experiencia cinéfila desbordada, Vicente Monroy desarrolla en este ensayo una apasionante historia de los mitos de la cinefilia y de sus argumentos fundamentales, de las múltiples formas en que el cine, ese arte joven pero siempre en crisis, ha llegado a enfermar a sus amantes.

De Orson Welles a Martin Scorsese, pasando por los Cahiers du Cinéma o Serge Daney, pero también dialogando con la historia de la filosofía y de la literatura, Monroy consigue construir en estas páginas una elegante síntesis de las ideas y polémicas más profundas que se han dado sobre el cine y su significado histórico.

Contra la cinefilia - Vicente Monroy

$17.590
Contra la cinefilia - Vicente Monroy $17.590

A mediados de siglo XX surgió una forma de apreciar el mundo de las imágenes: la cinefilia, que le confirió al cine un valor desmedido. Si bien, esta figura solemne ha muerto, era necesaria la reflexión de “un hijo de la era digital” para revisar “la historia del cinéfilo de carne y hueso” –como dice Roger Koza– y desarticular los modos de ver de varias generaciones. Vicente expresa su renuncia a una “religion”, la cinefilia, en un ensayo que va de lo confesional a lo intelectual, de lo intimo al ajuste de cuentas con los grandes referentes del culto por el septimo arte. Contra la cinefilia vale tanto para lectores eruditos como para interesados en el pensamiento de la imagen. Incluye una nota a la edición argentina en la que el autor subraya los cambios que se aceleraron en la industria cinematográfica debido a la pandemia de coronavirus.

“Aunque se tiende a resaltar el amor como motivación principal de los cinéfilos, su carácter se define también por otros sentimientos y emociones, no todos tan sanos: arrebatos pasionales y censores, indignación, rabia, nostalgia, entusiasmo, dolor o tristeza. En muchas ocasiones el odio a una determinada forma de cine, a una película o a un director se manifiesta con igual o más intensidad que el amor. Se diría que los cinéfilos desarrollan una relación patológica con el objeto de su deseo”.

A partir de su propia experiencia cinéfila desbordada, Vicente Monroy desarrolla en este ensayo una apasionante historia de los mitos de la cinefilia y de sus argumentos fundamentales, de las múltiples formas en que el cine, ese arte joven pero siempre en crisis, ha llegado a enfermar a sus amantes.

De Orson Welles a Martin Scorsese, pasando por los Cahiers du Cinéma o Serge Daney, pero también dialogando con la historia de la filosofía y de la literatura, Monroy consigue construir en estas páginas una elegante síntesis de las ideas y polémicas más profundas que se han dado sobre el cine y su significado histórico.