¿Y si la vida fuera una rueda ingobernable que retorna, imprevisible, una y otra vez?

Constantino de Matías Buonfrate puede ser una respuesta posible a esta pregunta; y, a su vez, el punto de arranque de una novela de aventuras; porque también esta novela puede ser pensada en el género de aventuras cargada de humor, construida con una escritura ágil y dinámica; y atravesada por una mirada afilada para la crítica de los lugares comunes.

Buonfrate logra -y ese es uno de los grandes hallazgos de la novela- hacer convivir el mundo de un anarquista de principios de siglo XX con una pareja de padres primerizos en la actualidad, despojándose de solemnidad y lanzándose a un descubrimiento constante: el que propone la escritura que sólo busca pensarse a sí misma.