La música estaba allí, entre ellos, sonaba al compás de los humanos movimientos y las palabras y los reclamos se confundían con la melodía; gritos y llantos se intercalaban profusamente hasta que el silencio dominó la escena.

Ese pañuelo de organza se estiró al máximo y se convirtió en un hilo filoso y asfixiante. Dos manos fuertes lo estiraban al máximo y lo ataban en torno a un cuello fuerte que enrojecía rápidamente hasta hacerse violáceo.

Como una suit para organza - Marga Virts

$6.500
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La música estaba allí, entre ellos, sonaba al compás de los humanos movimientos y las palabras y los reclamos se confundían con la melodía; gritos y llantos se intercalaban profusamente hasta que el silencio dominó la escena.

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