Un cuerpo no está vacío. Está lleno de otros cuerpos, dice Jean-Luc Nancy. La invención de este cuerpo-libro es la puesta en poema de esa afirmación. Y si en la poesía es el oído el que ve, como advierte Henri Meschonnic, no es casual que en "Cómo se inventó el cuerpo de manuel" primero irrumpan las orejas, oídos “amables para la música”, caracolas que permiten ver el rumor de todas las cosas, su poema. Siguen unos pies de volar-bailar y dos de mil pulmones, respiración que se vuelve alimento justo: la paciencia-almendra padelettiana, el ritmo preciso para continuar la escucha, la creación de este cuerpo de cuerpos...

Este es un fragmento de la lectura amorosa de Daniela Camuzzi que acompaña este primer poemario de Manuel Duarte.

Cómo se inventó el cuerpo de Manuel - Manuel Duarte

$15.000
Cómo se inventó el cuerpo de Manuel - Manuel Duarte $15.000

Un cuerpo no está vacío. Está lleno de otros cuerpos, dice Jean-Luc Nancy. La invención de este cuerpo-libro es la puesta en poema de esa afirmación. Y si en la poesía es el oído el que ve, como advierte Henri Meschonnic, no es casual que en "Cómo se inventó el cuerpo de manuel" primero irrumpan las orejas, oídos “amables para la música”, caracolas que permiten ver el rumor de todas las cosas, su poema. Siguen unos pies de volar-bailar y dos de mil pulmones, respiración que se vuelve alimento justo: la paciencia-almendra padelettiana, el ritmo preciso para continuar la escucha, la creación de este cuerpo de cuerpos...

Este es un fragmento de la lectura amorosa de Daniela Camuzzi que acompaña este primer poemario de Manuel Duarte.