"Qué cercanas las palabras carencia y querencia", reflexiona Graciela Perosio, en una de esas pausas virtuosas con que atraviesa, certera, el fluir continuo de los poemas que componen Como la cierva sedienta. Porque de eso se trata esta vida que nos pasa: querer y carecer en un equilibrio que revela la dualidad de nuestra especie, lo que pudimos asir, y lo que se nos escapa, irremediablemente, entre las manos. Y es en la circunstancia ominosa de la pandemia, ese escenario que nos mutiló la convivencia de una forma inédita y brutal, donde todo lo que nos habita -deseo, furia, desamparo, júbilo- emerge en un torrente que ningún confinamiento puede contener, y se vuelca en una escritura que es amatoria en el sentido más amplio: la comunión con el otro, la rica morfología de los vínculos, el contacto generoso de los cuerpos, el diálogo fértil de las almas.

Como la cierva sedienta - Graciela Perosio

$12.000
Como la cierva sedienta - Graciela Perosio $12.000

"Qué cercanas las palabras carencia y querencia", reflexiona Graciela Perosio, en una de esas pausas virtuosas con que atraviesa, certera, el fluir continuo de los poemas que componen Como la cierva sedienta. Porque de eso se trata esta vida que nos pasa: querer y carecer en un equilibrio que revela la dualidad de nuestra especie, lo que pudimos asir, y lo que se nos escapa, irremediablemente, entre las manos. Y es en la circunstancia ominosa de la pandemia, ese escenario que nos mutiló la convivencia de una forma inédita y brutal, donde todo lo que nos habita -deseo, furia, desamparo, júbilo- emerge en un torrente que ningún confinamiento puede contener, y se vuelca en una escritura que es amatoria en el sentido más amplio: la comunión con el otro, la rica morfología de los vínculos, el contacto generoso de los cuerpos, el diálogo fértil de las almas.