La piel puede ser acariciada pero también puede ser herida. Por ella circulan el amor, el odio, el dinero y la violencia. También por ella pasa o queda anegada la palabra. En su superficie, los tatuajes trasmiten la escritura como un virus incurable. La piel es un agente de la vida y la destrucción. La piel es el destino, o eso nos quieren hacer creer. Hay una política de la piel: una república epidérmica bullendo en el mito de la igualdad. Combate de los pozos es, a su manera, un libro sobre la piel. Entre la furia punk, la plétora perlongheriana y la introspección apocalíptica, Walter Lezcano se adentra en los misterios de una vida precarizada por la discriminación.Ante el mito racista de una “invasión silenciosa”, Combate de los pozos presenta un gesto tan simple como revulsivo: reconocerse marrón. Este estar en la piel es precisamente la astucia dispuesta por Lezcano para poder instalar la potencia de una voz poética capaz de desear, amar, sufriry, sobre todas las cosas, hablar en primera persona.

Combate de los pozos - Walter Lezcano

$14.000
Combate de los pozos - Walter Lezcano $14.000

La piel puede ser acariciada pero también puede ser herida. Por ella circulan el amor, el odio, el dinero y la violencia. También por ella pasa o queda anegada la palabra. En su superficie, los tatuajes trasmiten la escritura como un virus incurable. La piel es un agente de la vida y la destrucción. La piel es el destino, o eso nos quieren hacer creer. Hay una política de la piel: una república epidérmica bullendo en el mito de la igualdad. Combate de los pozos es, a su manera, un libro sobre la piel. Entre la furia punk, la plétora perlongheriana y la introspección apocalíptica, Walter Lezcano se adentra en los misterios de una vida precarizada por la discriminación.Ante el mito racista de una “invasión silenciosa”, Combate de los pozos presenta un gesto tan simple como revulsivo: reconocerse marrón. Este estar en la piel es precisamente la astucia dispuesta por Lezcano para poder instalar la potencia de una voz poética capaz de desear, amar, sufriry, sobre todas las cosas, hablar en primera persona.