En 1984 Beatriz Sarlo dictó por primera vez la materia Literatura Argentina II en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Comenzaban los años de la primavera alfonsinista, cuando volvían a la universidad intelectuales y profesores que habían estado en el exilio o habían atravesado la dictadura sosteniendo la discusión política y teórica puertas adentro, en grupos de estudio y en revistas; cuando docentes y estudiantes modificaron el plan de la carrera de Letras, buscando otros modos de reflexionar sobre la literatura, la crítica, la lingüística, la lengua y la cultura clásicas. Este libro, editado amorosamente por Sylvia Saítta, recupera esas clases ya míticas, cuando todo estaba por hacerse y por pensarse. Semana a semana, Beatriz Sarlo analizaba obras y proponía pensar la literatura argentina a partir de hipótesis que se convertirían en lugares comunes de la crítica. Así, mientras en la televisión podían seguirse las audiencias del Juicio a las Juntas, ella se preguntaba por la vigencia de Operación Masacre de Walsh, por sus testimonios, por la primacía de ese autor-narrador justiciero y por la completa ausencia textual de Enriqueta Muñiz, quien fue fundamental en el proceso de investigación. Leía el Evaristo Carriego de Borges en clave de minuciosa ruptura con las tradiciones, como gran estrategia de comienzo, y Respiración artificial de Piglia como un modo de pensar la verdad histórica, trazar un mapa literario y ubicarse en él. Ponía en duda la supuesta polifonía de La traición de Rita Hayworth de Puig, y desplegaba fascinada las capas y capas compositivas de Cicatrices de Saer. Al mismo tiempo, armaba las piezas de un marco teórico novedoso y presentaba un sistema literario el canon Sarlo, comentado y criticado por escritoras y escritores, colegas, periodistas culturales en el que convivían quienes ahora el público general reconoce como los grandes clásicos del siglo XX con autoras y autores más contemporáneos. Zambulléndose en los textos para contarnos cómo están hechos, de dónde salen los materiales y cómo se traban en una forma, Sarlo enseñó y sigue enseñando modos de leer, de hacerse preguntas, de sacar a la literatura de su zona de autosuficiencia. Estas clases son ejercicios críticos maravillosos, con su propia dosis de intriga y expectativa, pero también herramientas imperdibles para profesores, estudiantes y lectores apasionados.

Clases de literatura argentina - Beatriz Sarlo

$26.990
Clases de literatura argentina - Beatriz Sarlo $26.990

En 1984 Beatriz Sarlo dictó por primera vez la materia Literatura Argentina II en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Comenzaban los años de la primavera alfonsinista, cuando volvían a la universidad intelectuales y profesores que habían estado en el exilio o habían atravesado la dictadura sosteniendo la discusión política y teórica puertas adentro, en grupos de estudio y en revistas; cuando docentes y estudiantes modificaron el plan de la carrera de Letras, buscando otros modos de reflexionar sobre la literatura, la crítica, la lingüística, la lengua y la cultura clásicas. Este libro, editado amorosamente por Sylvia Saítta, recupera esas clases ya míticas, cuando todo estaba por hacerse y por pensarse. Semana a semana, Beatriz Sarlo analizaba obras y proponía pensar la literatura argentina a partir de hipótesis que se convertirían en lugares comunes de la crítica. Así, mientras en la televisión podían seguirse las audiencias del Juicio a las Juntas, ella se preguntaba por la vigencia de Operación Masacre de Walsh, por sus testimonios, por la primacía de ese autor-narrador justiciero y por la completa ausencia textual de Enriqueta Muñiz, quien fue fundamental en el proceso de investigación. Leía el Evaristo Carriego de Borges en clave de minuciosa ruptura con las tradiciones, como gran estrategia de comienzo, y Respiración artificial de Piglia como un modo de pensar la verdad histórica, trazar un mapa literario y ubicarse en él. Ponía en duda la supuesta polifonía de La traición de Rita Hayworth de Puig, y desplegaba fascinada las capas y capas compositivas de Cicatrices de Saer. Al mismo tiempo, armaba las piezas de un marco teórico novedoso y presentaba un sistema literario el canon Sarlo, comentado y criticado por escritoras y escritores, colegas, periodistas culturales en el que convivían quienes ahora el público general reconoce como los grandes clásicos del siglo XX con autoras y autores más contemporáneos. Zambulléndose en los textos para contarnos cómo están hechos, de dónde salen los materiales y cómo se traban en una forma, Sarlo enseñó y sigue enseñando modos de leer, de hacerse preguntas, de sacar a la literatura de su zona de autosuficiencia. Estas clases son ejercicios críticos maravillosos, con su propia dosis de intriga y expectativa, pero también herramientas imperdibles para profesores, estudiantes y lectores apasionados.