Carlos Correas se sabía culpable. Incluso de aquello que no había cometido. Pero la certidumbre de su culpa no lo anonadaba. Por el contrario. Era un impulso para su violencia. Violencia por lo menos verbal. Hasta que corporalmente la ejerció sobre sí mismo. 

Carlos Correas fue filósofo, narrador y homosexual, afirmación esta última quizás hoy innecesaria, pero indispensable para la moral pública de la época en que se desarrolla esta obrateatral que lo tiene por personaje principal. 

Carlos Correas fue señero, precursor, solitario y promiscuo. Abanderado cultural de sí mismo. Un hombre de este mundo. Simplemente. Estos son los últimos días de su vida

Carlos Correas, la voluntad de vivir - Bernardo Carey

$5.000
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Carlos Correas se sabía culpable. Incluso de aquello que no había cometido. Pero la certidumbre de su culpa no lo anonadaba. Por el contrario. Era un impulso para su violencia. Violencia por lo menos verbal. Hasta que corporalmente la ejerció sobre sí mismo. 

Carlos Correas fue filósofo, narrador y homosexual, afirmación esta última quizás hoy innecesaria, pero indispensable para la moral pública de la época en que se desarrolla esta obrateatral que lo tiene por personaje principal. 

Carlos Correas fue señero, precursor, solitario y promiscuo. Abanderado cultural de sí mismo. Un hombre de este mundo. Simplemente. Estos son los últimos días de su vida