Un contrapunto en torno a la crisis de la democracia, el fascismo y la revolución

La intensidad del antagonismo es un rasgo distintivo de lo político. En la actualidad esta característica parece volver sin pedir permiso, de la mano de la emergencia de las nuevas derechas, las revueltas en diferentes países, la guerra y el militarismo que tiñen el escenario internacional.

Matías Maiello nos propone un contrapunto entre dos pensadores de la intensidad de lo político por excelencia: Carl Schmitt y León Trotsky. El autor lee sus respectivas obras en el marco de un enfrentamiento entre polos opuestos del arco político, entendido esto, al modo schmittiano, en términos de una relación amigo-enemigo, donde Schmitt encuentra en el comunismo el principal “enemigo público” y Trotsky ve en el “bonapartismo alemán” —y en el nazismo— el principal peligro para la clase trabajadora.

Bajo estas coordenadas, Maiello identifica en estos autores un repertorio de preguntas compartidas y respuestas que se oponen. Las mismas le brindan el terreno para una reflexión desde ambos lados de la barricada sobre la crisis de la democracia, el fascismo y la revolución, atravesada por problemáticas nodales del pensamiento político en torno a los conceptos de soberanía popular, sus abordajes sobre el carácter del orden político moderno y sus aproximaciones a la problemática del poder constituyente.

Carl Schmitt y León Trotsky - Matías Maiello

$21.000
Carl Schmitt y León Trotsky - Matías Maiello $21.000

Un contrapunto en torno a la crisis de la democracia, el fascismo y la revolución

La intensidad del antagonismo es un rasgo distintivo de lo político. En la actualidad esta característica parece volver sin pedir permiso, de la mano de la emergencia de las nuevas derechas, las revueltas en diferentes países, la guerra y el militarismo que tiñen el escenario internacional.

Matías Maiello nos propone un contrapunto entre dos pensadores de la intensidad de lo político por excelencia: Carl Schmitt y León Trotsky. El autor lee sus respectivas obras en el marco de un enfrentamiento entre polos opuestos del arco político, entendido esto, al modo schmittiano, en términos de una relación amigo-enemigo, donde Schmitt encuentra en el comunismo el principal “enemigo público” y Trotsky ve en el “bonapartismo alemán” —y en el nazismo— el principal peligro para la clase trabajadora.

Bajo estas coordenadas, Maiello identifica en estos autores un repertorio de preguntas compartidas y respuestas que se oponen. Las mismas le brindan el terreno para una reflexión desde ambos lados de la barricada sobre la crisis de la democracia, el fascismo y la revolución, atravesada por problemáticas nodales del pensamiento político en torno a los conceptos de soberanía popular, sus abordajes sobre el carácter del orden político moderno y sus aproximaciones a la problemática del poder constituyente.