Su más reciente poemario, Beso las flores antes de tirarlas, puede ser leído precisamente como un conjunto de textos relacionados con ese interrogante. De cualquier forma, se trata del sucesor de El incendio que hicimos en tu casa, y las páginas de ese libro antecesor están invadidas por el glam, el fuego y una honda melancolía con tintes pop.

Ahora la autora vuelve a abordar los afectos, las ansiedades, cada pequeña derrota o drama cotidiano con una mirada tan mordaz como mágica. Dentro de esa exploración, lo femenino cobra total relevancia. El amor entre mujeres (aunque no necesariamente en el sentido erótico), se convierte en uno de sus ejes.

No obstante, su poesía transita por muchos otros tópicos. Por ejemplo, la transmutación de la agonía en algo hermoso; proceso reflejado en poemas como «El cuchillo se hace perla». Flavia asimismo juega a menudo con la relación latente entre eros y thanatos. Pone de manifiesto tal contraste en líneas como:

«La hoja de afeitar me hará más bella
o un asesino» .

En otros apartes, también dibuja escenas urbanas desgarradoras, casi cinematográficas. Una de ellas es ofrecida en «Menos en diciembre»:

«En la estación hay un viejos sin piernas con barba y muy flaco/ siempre que paso parece estar por morirse/ cuando no está tengo miedo/ cuando está siento espanto/ todo lo que le doy es poco no es nada».

En este punto es importante señalar que ella ya ha cruzado imágenes y palabras al entregar varios video-poemas. Allí incluso las secuencias más rutinarias y poco delicadas contribuyen a su imaginario poético.

Algunos de sus versos parecen bailar al borde de un abismo, burlarse un poco de la desdicha al proferir preguntas como «¿Qué hacés en una fiesta si estás triste?».

Tuvimos la oportunidad de dialogar con la autora y, sobre la confección de este poemario, nos comentó:

«Los poemas fueron escritos en pocos meses y corregidos en el taller del cual participo hace un tiempo, coordinado por Gabriela Borrelli y Elisa Mondello. Ellas siempre me acompañaron en la corrección y tuvieron una mirada atenta sobre el proceso creativo. El proceso de selección fue en conjunto con mi editora Belén Aspeleiter, pero siempre dejándome trabajar con total libertad y permitiéndome agregar poemas hasta último momento».

En cuanto a la estructura del libro, ella advierte una división del contenido en dos grandes segmentos:

«Una primera parte con cierta cadencia más clásica y luego, al final, una nueva manera de decir. Otra voz, tal vez. Hasta tienen otra forma visualmente, mucho más descontracturada».

Más adelante, Flavia se refirió a la dedicatoria que se lee en las primeras páginas del libro, que reza «A las mujeres, a todas. Por enseñarme cómo se siente la verdadera ternura»:

«Me pareció importante dedicárselo a las mujeres. Por todo lo que estamos haciendo juntas. Concreto es una editorial sostenida por chicas que no cuentan más que con el apoyo de su propio capital y otras amigas».

En todo caso, nos atrevemos a señalar es una de las escritoras jóvenes más prometedoras de la escena regional y extendemos la invitación a sumergirse en su obra.

Ojalá deje de responder a la ausencia con ternura

Ojalá deje de responder
a la ausencia con ternura
una de ellas cae como el agua
y ablanda la madera roja
la otra necesita
solo del silencio

No sé nada
sobre la ternura
la imité de los hombres del campo
peinaban despacio la cola
de sus caballos viejos
con un peine solo hecho
de aluminio
de mi abuelo cuidando autos
para alimentar a mi madre

Dirán los demás
que me sale tan bien
y no lo entiendo
si nadie me dijo
que no era más
que regar a diario
las plantas en verano

La ausencia
es un camino fértil
y estoy convencida:
termina en mi cuarto
una habitación llena de rocas
que hunden la cama
hasta que toca el barro

Beso las flores antes de tirarlas - Flavia Calise

$9.600
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Su más reciente poemario, Beso las flores antes de tirarlas, puede ser leído precisamente como un conjunto de textos relacionados con ese interrogante. De cualquier forma, se trata del sucesor de El incendio que hicimos en tu casa, y las páginas de ese libro antecesor están invadidas por el glam, el fuego y una honda melancolía con tintes pop.

Ahora la autora vuelve a abordar los afectos, las ansiedades, cada pequeña derrota o drama cotidiano con una mirada tan mordaz como mágica. Dentro de esa exploración, lo femenino cobra total relevancia. El amor entre mujeres (aunque no necesariamente en el sentido erótico), se convierte en uno de sus ejes.

No obstante, su poesía transita por muchos otros tópicos. Por ejemplo, la transmutación de la agonía en algo hermoso; proceso reflejado en poemas como «El cuchillo se hace perla». Flavia asimismo juega a menudo con la relación latente entre eros y thanatos. Pone de manifiesto tal contraste en líneas como:

«La hoja de afeitar me hará más bella
o un asesino» .

En otros apartes, también dibuja escenas urbanas desgarradoras, casi cinematográficas. Una de ellas es ofrecida en «Menos en diciembre»:

«En la estación hay un viejos sin piernas con barba y muy flaco/ siempre que paso parece estar por morirse/ cuando no está tengo miedo/ cuando está siento espanto/ todo lo que le doy es poco no es nada».

En este punto es importante señalar que ella ya ha cruzado imágenes y palabras al entregar varios video-poemas. Allí incluso las secuencias más rutinarias y poco delicadas contribuyen a su imaginario poético.

Algunos de sus versos parecen bailar al borde de un abismo, burlarse un poco de la desdicha al proferir preguntas como «¿Qué hacés en una fiesta si estás triste?».

Tuvimos la oportunidad de dialogar con la autora y, sobre la confección de este poemario, nos comentó:

«Los poemas fueron escritos en pocos meses y corregidos en el taller del cual participo hace un tiempo, coordinado por Gabriela Borrelli y Elisa Mondello. Ellas siempre me acompañaron en la corrección y tuvieron una mirada atenta sobre el proceso creativo. El proceso de selección fue en conjunto con mi editora Belén Aspeleiter, pero siempre dejándome trabajar con total libertad y permitiéndome agregar poemas hasta último momento».

En cuanto a la estructura del libro, ella advierte una división del contenido en dos grandes segmentos:

«Una primera parte con cierta cadencia más clásica y luego, al final, una nueva manera de decir. Otra voz, tal vez. Hasta tienen otra forma visualmente, mucho más descontracturada».

Más adelante, Flavia se refirió a la dedicatoria que se lee en las primeras páginas del libro, que reza «A las mujeres, a todas. Por enseñarme cómo se siente la verdadera ternura»:

«Me pareció importante dedicárselo a las mujeres. Por todo lo que estamos haciendo juntas. Concreto es una editorial sostenida por chicas que no cuentan más que con el apoyo de su propio capital y otras amigas».

En todo caso, nos atrevemos a señalar es una de las escritoras jóvenes más prometedoras de la escena regional y extendemos la invitación a sumergirse en su obra.

Ojalá deje de responder a la ausencia con ternura

Ojalá deje de responder
a la ausencia con ternura
una de ellas cae como el agua
y ablanda la madera roja
la otra necesita
solo del silencio

No sé nada
sobre la ternura
la imité de los hombres del campo
peinaban despacio la cola
de sus caballos viejos
con un peine solo hecho
de aluminio
de mi abuelo cuidando autos
para alimentar a mi madre

Dirán los demás
que me sale tan bien
y no lo entiendo
si nadie me dijo
que no era más
que regar a diario
las plantas en verano

La ausencia
es un camino fértil
y estoy convencida:
termina en mi cuarto
una habitación llena de rocas
que hunden la cama
hasta que toca el barro