Hay un partido, dos tiempos, una hinchada.  Hay un canto, una pasión, un entretiempo para respirar, y seguir. Guardá el aliento si vas a abrir este libro, inspirá profundamente y controlá las pulsaciones porque los poemas se agolpan en las hojas como la hinchada contra el alambrado para festejar el gol. Sofía Arriola es una barrabrava peligrosa para aquelles que entienden la poesía como juego amistoso. Acá se define algo importante: el deseo, escondido en las zapatillas embarradas, es un grito de gol, de pasión ganadora en una disputa cuerpo a cuerpo con la que volvemos a inventar el mundo: “El agua hoy nos separa/ como dos continentes/ de distintos hemisferios/ ya no soñamos/ mi realidad es que/ rompí todos los estereotipos/ que guardo como frasquitos en mi mente/ para afirmar que podemos/hacer todo juntas/ ser nuestro propio Dios.”


Los poemas de Sofia Arriola encierran también dos tiempos. El tiempo de la metáfora pop que persigue una idea que se escapa, por eso siempre hay que correr, hasta la última pelota, y no dejar de agitar, porque en el agite está el ritmo. Y el tiempo del verso corto, verso corto como toque fino para extenderse en poemas largos de toda la cancha: “a qué distancia del sol/ uno puede/ prenderse fuego/ a qué distancia de vos”


¿Imaginaron alguna vez una barrabrava que baja a la cancha y empieza a jugar el partido? ¿lo hicieron? ¿no?. Subanse a un poema de Sofía Arriola para que sepan de qué les hablo.

 

Gabriela Borrelli Azara

Barra Brava - Sofía Arriola

$5.500
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Hay un partido, dos tiempos, una hinchada.  Hay un canto, una pasión, un entretiempo para respirar, y seguir. Guardá el aliento si vas a abrir este libro, inspirá profundamente y controlá las pulsaciones porque los poemas se agolpan en las hojas como la hinchada contra el alambrado para festejar el gol. Sofía Arriola es una barrabrava peligrosa para aquelles que entienden la poesía como juego amistoso. Acá se define algo importante: el deseo, escondido en las zapatillas embarradas, es un grito de gol, de pasión ganadora en una disputa cuerpo a cuerpo con la que volvemos a inventar el mundo: “El agua hoy nos separa/ como dos continentes/ de distintos hemisferios/ ya no soñamos/ mi realidad es que/ rompí todos los estereotipos/ que guardo como frasquitos en mi mente/ para afirmar que podemos/hacer todo juntas/ ser nuestro propio Dios.”


Los poemas de Sofia Arriola encierran también dos tiempos. El tiempo de la metáfora pop que persigue una idea que se escapa, por eso siempre hay que correr, hasta la última pelota, y no dejar de agitar, porque en el agite está el ritmo. Y el tiempo del verso corto, verso corto como toque fino para extenderse en poemas largos de toda la cancha: “a qué distancia del sol/ uno puede/ prenderse fuego/ a qué distancia de vos”


¿Imaginaron alguna vez una barrabrava que baja a la cancha y empieza a jugar el partido? ¿lo hicieron? ¿no?. Subanse a un poema de Sofía Arriola para que sepan de qué les hablo.

 

Gabriela Borrelli Azara