Dos señoras se despiertan en el año 2056 en un matadero ubicado en el viejo camino a Tandil. Están a oscuras, treinta metros bajo la tierra de un mundo que es otro. Son Amalita Lacroze de Fortabat y Ernestina Herrera de Noble, y las pasmaron, como a Walt Disney. Ya no hay Duhau, diario Clarín, ni museo que las  ampare. En ¡Ay, mi Argentina!, el territorio se transformó por completo, Buenos Aires es un principado y el mundo está gobernado por Amazon, la empresa que produce todo lo que se consume. 

Rodolfo Omar Serio arremete una vez más en el universo literario de nuestro país, esta vez desde la ciencia ficción. Su prosa descarada, y de una ocurrencia de sibarita, nos vuelve a arrastrar hacia la risa y el espanto. Ya lo había hecho, es verdad, pero ahora pone sobre la mesa una Argentina distópica al alcance de quien lee. 

¿Qué sentido tiene escribir ficción en una realidad que parece ficticia? Esta es la pregunta que nos viene a cada rato. Serio parece hacerse eco de la urgencia social para montar un artificio literario a la altura de las circunstancias. Todo esto a lo Puig, con la oralidad como recurso, y con dos de las mujeres más poderosas que existieron en el país como heroínas. 

Inés Ripari

Amalita y Ernestina, las dos mujeres argentinas más ricas –¿y poderosas?– del siglo XX, se descongelan por accidente en el futuro. Pero del mundo que conocían ya no queda casi nada: inteligencia artificial, algoritmos y un villano retorcido transformaron el paisaje. En esta ágil nouvelle, con influencias estéticas del sub-realismo criollo, dos señoras paquetas y con carácter intentarán salvar a la Argentina de su propio destino. ¿Podrán?

¡Ay, mi Argentina! - Rodolfo Omar Serio

$17.500
¡Ay, mi Argentina! - Rodolfo Omar Serio $17.500

Dos señoras se despiertan en el año 2056 en un matadero ubicado en el viejo camino a Tandil. Están a oscuras, treinta metros bajo la tierra de un mundo que es otro. Son Amalita Lacroze de Fortabat y Ernestina Herrera de Noble, y las pasmaron, como a Walt Disney. Ya no hay Duhau, diario Clarín, ni museo que las  ampare. En ¡Ay, mi Argentina!, el territorio se transformó por completo, Buenos Aires es un principado y el mundo está gobernado por Amazon, la empresa que produce todo lo que se consume. 

Rodolfo Omar Serio arremete una vez más en el universo literario de nuestro país, esta vez desde la ciencia ficción. Su prosa descarada, y de una ocurrencia de sibarita, nos vuelve a arrastrar hacia la risa y el espanto. Ya lo había hecho, es verdad, pero ahora pone sobre la mesa una Argentina distópica al alcance de quien lee. 

¿Qué sentido tiene escribir ficción en una realidad que parece ficticia? Esta es la pregunta que nos viene a cada rato. Serio parece hacerse eco de la urgencia social para montar un artificio literario a la altura de las circunstancias. Todo esto a lo Puig, con la oralidad como recurso, y con dos de las mujeres más poderosas que existieron en el país como heroínas. 

Inés Ripari

Amalita y Ernestina, las dos mujeres argentinas más ricas –¿y poderosas?– del siglo XX, se descongelan por accidente en el futuro. Pero del mundo que conocían ya no queda casi nada: inteligencia artificial, algoritmos y un villano retorcido transformaron el paisaje. En esta ágil nouvelle, con influencias estéticas del sub-realismo criollo, dos señoras paquetas y con carácter intentarán salvar a la Argentina de su propio destino. ¿Podrán?