El poeta se llama Rey Juan Francisco.
En los poemas de este libro su voz poética recorre majestuosamente un acuario, un iglú, un bosque, un gran cerezo, una ciudad, un bar, una cama, un sueño, una montaña de basura, una hermosa noche de otoño, una gran ceremonia, un lago y un patio. Los poemas de Juan Francisco Rey tienen algo de ese reino entrañable y un poco ominoso que son los cuentos de la infancia.
El poeta habita esos lugares y adopta distintas formas. Es hijo de un padre, es esquimal, es amante, es amigo, es adicto a la noche y es una madre que recuerda. Pero el traje que mejor viste es el de enamorado.
Ama porque la tristeza lo invade. Ama porque el deseo lo domina. Ama porque el amor es antes que nada un acto de Fe.
Rey vive la maravilla y la maldición de ser poeta. Tiene el toque milagroso de la poesía en sus manos. Como Roberto II el Piadoso o Eduardo el Confesor es un rey taumatúrgico y sus poemas son nuestra cura.

Lector acércate sin temor al rey debajo del árbol de fuego.

Árbol de fuego - Juan Rey

$11.000
Árbol de fuego - Juan Rey $11.000

El poeta se llama Rey Juan Francisco.
En los poemas de este libro su voz poética recorre majestuosamente un acuario, un iglú, un bosque, un gran cerezo, una ciudad, un bar, una cama, un sueño, una montaña de basura, una hermosa noche de otoño, una gran ceremonia, un lago y un patio. Los poemas de Juan Francisco Rey tienen algo de ese reino entrañable y un poco ominoso que son los cuentos de la infancia.
El poeta habita esos lugares y adopta distintas formas. Es hijo de un padre, es esquimal, es amante, es amigo, es adicto a la noche y es una madre que recuerda. Pero el traje que mejor viste es el de enamorado.
Ama porque la tristeza lo invade. Ama porque el deseo lo domina. Ama porque el amor es antes que nada un acto de Fe.
Rey vive la maravilla y la maldición de ser poeta. Tiene el toque milagroso de la poesía en sus manos. Como Roberto II el Piadoso o Eduardo el Confesor es un rey taumatúrgico y sus poemas son nuestra cura.

Lector acércate sin temor al rey debajo del árbol de fuego.