La urdimbre argumental de Apariciones combina tres secuencias paralelas aunque complementarias: en una, se nos adentra en la relación sicalíptica de una mujer con su amante, participada por la mirada indiscreta de la hija de ella; en otra, dos monjas se flagelan en pos de la unión con Cristo preconizada por su confesor, mientras que, en la tercera, penetramos en el imaginario de la autora que escribe ambas historias proyectando en sí misma la voz de sus personajes -que se entrecruzan e intercambian sus roles-, así como en su propia relación amorosa. Por medio de fragmentos que basculan entre la orgía y la ascesis y que se van uniendo en un brocado de enorme ambición estética, Glantz nos entrega un texto bello y perturbador sobre los límites del cuerpo femenino que supera el esquema de la novela erótica moderna, de Tanizaki a Bataille, y explora las fronteras que separan lo sacro y lo profano, la violencia y el éxtasis, el placer y la mortificación. 

  «La escritura y la sexualidad se ejercen siempre en espacios privados y por ello mismo susceptibles de violación, espacios secretos, sí, espacios donde se corre un riesgo mortal».

Apariciones - Margo Glantz

$32.790
Apariciones - Margo Glantz $32.790

La urdimbre argumental de Apariciones combina tres secuencias paralelas aunque complementarias: en una, se nos adentra en la relación sicalíptica de una mujer con su amante, participada por la mirada indiscreta de la hija de ella; en otra, dos monjas se flagelan en pos de la unión con Cristo preconizada por su confesor, mientras que, en la tercera, penetramos en el imaginario de la autora que escribe ambas historias proyectando en sí misma la voz de sus personajes -que se entrecruzan e intercambian sus roles-, así como en su propia relación amorosa. Por medio de fragmentos que basculan entre la orgía y la ascesis y que se van uniendo en un brocado de enorme ambición estética, Glantz nos entrega un texto bello y perturbador sobre los límites del cuerpo femenino que supera el esquema de la novela erótica moderna, de Tanizaki a Bataille, y explora las fronteras que separan lo sacro y lo profano, la violencia y el éxtasis, el placer y la mortificación. 

  «La escritura y la sexualidad se ejercen siempre en espacios privados y por ello mismo susceptibles de violación, espacios secretos, sí, espacios donde se corre un riesgo mortal».