Con textos de Gumier Maier y Francisco Lemus.
Biografía redactada por Fernanda Laguna y Bárbara Golubicki

 

Mirar este libro de Fernanda es hacer un viaje, seguir el camino que ella siguió: el de su corazón. El recorrido abarca los noventa, y da cuenta de la toma de una decisión, la de ser (también) pintora. Comienza pintando las figuritas que formaban parte de su colección. Los años pasan y se despega de los personajes de brillantina, de los gobelinos y las estatuillas para viajar a escenarios propios más misteriosos, construidos a partir de corazones, flores, gatos, música, amigas, pestañas y ojos enormes. Como una extraterrestre que aterriza finalmente en la tierra de la imaginación, y nunca regresa.

Bárbara Golubicki

 

Han escrito mucho sobre Fernanda Laguna y su obra, han tratado de catalogarla a través de una actitud ingenua y la estrategia enmascarada, pero su vínculo con el arte no tiene esas artimañas. Lo que constituye al arte está ahí: la infancia, lo que pasó y lo que inventamos, los objetos, la copia sin lugar para el original, la pobreza y las afirmaciones. Fernanda tiene algo de artista total, pero se escurre de esa categoría. Es una artista de culto y, a la vez, popular. La comunidad del arte la conoce, esas personas tienen contacto con su vida artística y feminista, sin embargo, su influencia desborda cualquier sentido de pertenencia. Después de pensarlo mucho, luego de publicar libros de poesías y novelas, Fernanda decidió hacer un libro sobre sus obras, empezando por sus orígenes: los años noventa. 

Francisco Lemus 

 

Todo es lo que es, y está hecho con amor, sin ese jerarquizante imperativo vacuno de mascar y rumiar. Fernanda es excluyentemente hedonista e ignora la turbulenta perplejidad que nos invade cuando debemos elegir un derrotero. Muy por el contrario ama la plenitud, la variedad, por eso adora los kioskos. Esos kioskos donde hay de todo, y todo atractivo; algo así como un bazar persa aggiornado y que induce a soñar. 

Gumier Maier

Amor Total - Fernanda Laguna

$15.000
Amor Total - Fernanda Laguna $15.000

Con textos de Gumier Maier y Francisco Lemus.
Biografía redactada por Fernanda Laguna y Bárbara Golubicki

 

Mirar este libro de Fernanda es hacer un viaje, seguir el camino que ella siguió: el de su corazón. El recorrido abarca los noventa, y da cuenta de la toma de una decisión, la de ser (también) pintora. Comienza pintando las figuritas que formaban parte de su colección. Los años pasan y se despega de los personajes de brillantina, de los gobelinos y las estatuillas para viajar a escenarios propios más misteriosos, construidos a partir de corazones, flores, gatos, música, amigas, pestañas y ojos enormes. Como una extraterrestre que aterriza finalmente en la tierra de la imaginación, y nunca regresa.

Bárbara Golubicki

 

Han escrito mucho sobre Fernanda Laguna y su obra, han tratado de catalogarla a través de una actitud ingenua y la estrategia enmascarada, pero su vínculo con el arte no tiene esas artimañas. Lo que constituye al arte está ahí: la infancia, lo que pasó y lo que inventamos, los objetos, la copia sin lugar para el original, la pobreza y las afirmaciones. Fernanda tiene algo de artista total, pero se escurre de esa categoría. Es una artista de culto y, a la vez, popular. La comunidad del arte la conoce, esas personas tienen contacto con su vida artística y feminista, sin embargo, su influencia desborda cualquier sentido de pertenencia. Después de pensarlo mucho, luego de publicar libros de poesías y novelas, Fernanda decidió hacer un libro sobre sus obras, empezando por sus orígenes: los años noventa. 

Francisco Lemus 

 

Todo es lo que es, y está hecho con amor, sin ese jerarquizante imperativo vacuno de mascar y rumiar. Fernanda es excluyentemente hedonista e ignora la turbulenta perplejidad que nos invade cuando debemos elegir un derrotero. Muy por el contrario ama la plenitud, la variedad, por eso adora los kioskos. Esos kioskos donde hay de todo, y todo atractivo; algo así como un bazar persa aggiornado y que induce a soñar. 

Gumier Maier