Los textos reunidos en "Afectos Políticos. Ensayos sobre actualidad" buscan dar cuenta del papel de los afectos en la política y de la política en los afectos a través de revisiones teóricas estimuladas por lo actual. Se trata de exhibir el modo en que los afectos refieren siempre a un desplazamiento, a cierta ambigüedad capaz de iluminar de manera particular y hasta oblicua las reflexiones sobre el poder. Estas páginas no tratan de reducir la política a los afectos, sino de señalar su presencia en las tradiciones políticas más diversas. Hay ciertamente un horizonte afectivo en el llamado a la desobediencia civil del anarquismo así como en la tradición fascista, pero también en los fundamentos del New Deal, en la felicidad macrista, en el sentimiento peronista o en la idea misma de florecimiento individual liberal.
Este trabajo colectivo bordea la tesis de la inherencia de los afectos y la política, pero fundamentalmente tiene por origen la relevancia que estos cobraron en la escena pública en los últimos años. El rescate teórico de los afectos, incluyendo los tradicionalmente considerados “negativos”, “tristes” o “dañinos” constituye hoy un pilar para cualquier reflexión sobre la política, especialmente cuando las nuevas derechas abonan sus discursos, ya no solo con un pathos destructivo y del odio, sino también con el de la bondad, el cuidado, la alegría, el amor.

Afectos políticos - Daniela Losiggio y Cecilia Macón

$21.400
Afectos políticos - Daniela Losiggio y Cecilia Macón $21.400

Los textos reunidos en "Afectos Políticos. Ensayos sobre actualidad" buscan dar cuenta del papel de los afectos en la política y de la política en los afectos a través de revisiones teóricas estimuladas por lo actual. Se trata de exhibir el modo en que los afectos refieren siempre a un desplazamiento, a cierta ambigüedad capaz de iluminar de manera particular y hasta oblicua las reflexiones sobre el poder. Estas páginas no tratan de reducir la política a los afectos, sino de señalar su presencia en las tradiciones políticas más diversas. Hay ciertamente un horizonte afectivo en el llamado a la desobediencia civil del anarquismo así como en la tradición fascista, pero también en los fundamentos del New Deal, en la felicidad macrista, en el sentimiento peronista o en la idea misma de florecimiento individual liberal.
Este trabajo colectivo bordea la tesis de la inherencia de los afectos y la política, pero fundamentalmente tiene por origen la relevancia que estos cobraron en la escena pública en los últimos años. El rescate teórico de los afectos, incluyendo los tradicionalmente considerados “negativos”, “tristes” o “dañinos” constituye hoy un pilar para cualquier reflexión sobre la política, especialmente cuando las nuevas derechas abonan sus discursos, ya no solo con un pathos destructivo y del odio, sino también con el de la bondad, el cuidado, la alegría, el amor.