A la cárcel es una novela inesperada para la narrativa chilena, acostumbrada a las alusiones a la historia reciente y a la autoficción. Una de sus principales virtudes está la de recuperar el placer de la lectura tanto para lectores avezados como ocasionales, sin por eso caer en una propuesta comercial. No es fácil lograr un justo equilibrio entre claridad y riesgo en la propuesta literaria, y más hoy cuando la claridad parece ser sinónimo de ingenuidad. Su autor, Ricardo Elías, escribe aquí una novela disparatada en el mejor sentido de la palabra, porque a medida que el lector se introduce en sus páginas va perdiendo la noción de qué se trata o en qué terminarán las peripecias. La historia arranca en la cárcel con su protagonista Lalo Cartagena y su compañero de celda; hasta ahí pareciera que el lector está ante esas tramas de bajos fondos, pero rápidamente gira hacia la parodia, cuando en un intento por cavar un túnel Cartagena y sus amigos encuentran un tesoro arqueológico; entonces la idea de escapar se diluye y se instala la de exhibir el tesoro, primero a los reos y luego a sus familiares.

 

A La Cárcel - Ricardo Elias

$8.000
A La Cárcel - Ricardo Elias $8.000

A la cárcel es una novela inesperada para la narrativa chilena, acostumbrada a las alusiones a la historia reciente y a la autoficción. Una de sus principales virtudes está la de recuperar el placer de la lectura tanto para lectores avezados como ocasionales, sin por eso caer en una propuesta comercial. No es fácil lograr un justo equilibrio entre claridad y riesgo en la propuesta literaria, y más hoy cuando la claridad parece ser sinónimo de ingenuidad. Su autor, Ricardo Elías, escribe aquí una novela disparatada en el mejor sentido de la palabra, porque a medida que el lector se introduce en sus páginas va perdiendo la noción de qué se trata o en qué terminarán las peripecias. La historia arranca en la cárcel con su protagonista Lalo Cartagena y su compañero de celda; hasta ahí pareciera que el lector está ante esas tramas de bajos fondos, pero rápidamente gira hacia la parodia, cuando en un intento por cavar un túnel Cartagena y sus amigos encuentran un tesoro arqueológico; entonces la idea de escapar se diluye y se instala la de exhibir el tesoro, primero a los reos y luego a sus familiares.