Animales. Jardines. Niebla. Un camino que serpentea.

La voz: una cuerda que se tensa.

Relámpagos. Tormenta. Un refucilo que viene de adentro. Un guadal.

La casa. Una mesa.

El patio convertido en morgue. ¿De dónde han salido estos cuerpos?

Un abecedario de la culpa. El desierto. El daño. Traducciones fallidas. Una danza, una batalla, una guerra. Extranjeros y nuestra propia extrañeza. Un parentesco. Un lazo. Un dejarse ir.

La abrumadora belleza del precipicio.

La desnudez, la ferocidad. El hambre.

La huella de lo que no puede decirse. La oscuridad; el refugio.

Lo que somos. Lo que hemos sido. Lo deseado y lo posible.

Todo eso está en las palabras de Claudia Huergo. En palabras nuestras -devueltas, resucitadas- gracias a esa lengua que nombra y revela.

“De aquí en más, / toda palabra / será considerada / palabra de amor”, dice Huergo.

Están advertidos.

 

Eugenia Almeida

 

Edita Borde Perdido

Lobo alucina - Claudia Huergo

$6.800
Lobo alucina - Claudia Huergo $6.800

Animales. Jardines. Niebla. Un camino que serpentea.

La voz: una cuerda que se tensa.

Relámpagos. Tormenta. Un refucilo que viene de adentro. Un guadal.

La casa. Una mesa.

El patio convertido en morgue. ¿De dónde han salido estos cuerpos?

Un abecedario de la culpa. El desierto. El daño. Traducciones fallidas. Una danza, una batalla, una guerra. Extranjeros y nuestra propia extrañeza. Un parentesco. Un lazo. Un dejarse ir.

La abrumadora belleza del precipicio.

La desnudez, la ferocidad. El hambre.

La huella de lo que no puede decirse. La oscuridad; el refugio.

Lo que somos. Lo que hemos sido. Lo deseado y lo posible.

Todo eso está en las palabras de Claudia Huergo. En palabras nuestras -devueltas, resucitadas- gracias a esa lengua que nombra y revela.

“De aquí en más, / toda palabra / será considerada / palabra de amor”, dice Huergo.

Están advertidos.

 

Eugenia Almeida

 

Edita Borde Perdido