El poemario El uso correcto de las manos (Taller Perronautas, 2018) de Jonás Gómez explora en los múltiples caminos que se pueden tomar con las dos extremidades que diferencian al ser humano del resto de las especies. Con un estilo narrativo, por momentos explicativo y ensayístico, el autor deja lugar a momentos lúdicos y originales que hacen que el lector sospeche si realmente conoce a esas dos manos con las que sostiene el libro. 

Sobre el autor

Jonás Gómez  nació en Buenos Aires en 1977. Estudió dibujo y pintura en el Centro de Artes y Oficios CEAVAO. Publicó “Equilibrio en las tablas” (Mansalva, 2010), primer premio Indio Rico en el género poesía, “El dios de los esquimales” (Ediciones Diatriba, Santa Fe, 2011), “Planos para construir dos ciudades” (Mancha de aceite, 2012)  “Calendario de siembra” (Barba de abejas, 2014) y “Venga a nosotros el reino de las estrellas” (El ojo del mármol, 2015) y Economías hídricas (El ojo del mármol, 2016). En 2017 obtuvo el tercer premio del Fondo Nacional de las Artes en la categoría cuento con el libro inédito El poder infinito de los cuerpos. 

La posibilidad poética

Ya quedó más que demostrado que los temas de los que puede hacer uso la poesía son infinitos. Basta con leer De parte de las cosas de Francis Ponge, por ejemplo, para ver una poética de todo aquello inanimado que nos rodea. Ahora bien, ¿las partes del cuerpo en qué categoría entrarían? ¿Ejercemos un control tan conciente como creemos? ¿Las conocemos tan en profundidad como quisiéramos? El poemario El uso correcto de las manos (Taller Perronautas, 2018) de Jonás Gómez  parece tener esa inquietud primaria como motor.

“La constante siempre fue la posibilidad/ de manifestar nuestra voluntad a través de las manos” , puede leerse al principio del libro, dando lugar a lo que vendrá después: una búsqueda estética sobre las manos y sus utilidades, evidenciando ese rol esencial en la cultura humana.  La digitopuntura o el five finger fillet son dos extremos de ello: la medicina que busca la mejoría o el entretenimiento que puede derivar en un dolor autoinflingido. El autor los mira con la misma distancia, buscando la comprensión del fenómeno en sí.

Cabe destacar que, a lo largo del poemario, se suceden dibujos de manos hechos por el propio Gómez, mostrando un diálogo entre los escrito y lo representado. Si a eso se le suma el trabajo artesanal de la editorial Taller Perronautas, el libro en su conjunto (contenido y soporte) es una evocación constante al oficio manual que muchas veces invisibilizamos en la rutina. Lo dice el autor: “Todo lo que se puede ver construido en el terreno/ que no es de la naturaleza/ fue trabajado por las manos del hombre”. 

 

Hay una búsqueda cercana a la epifanía en cada poema de El uso correcto de las manos, donde las dos extremidades de cinco dedos pueden ser redescubiertas por sus características intrínsecas o por los trabajos que realizan.  En ese proceso, se puede notar su verdadera importancia: “El huevo y la gallina, el canto y el aplauso,/ ¿qué fue lo primero?/ ¿El sonido en la garganta o el ritmo en las manos?”; O también: “¿Cuántas manos de esclavos y devotos/ sostuvieron las partes/ que hoy forman/ el patrimonio de la humanidad?”.

A modo de cierre, se podría pensar qué relación existe entre el uso correcto de las manos con el uso correcto de la poesía, si es que eso existe. En la reflexión, al menos, se encuentra un camino interesante a recorrer para encontrar una respuesta personal, que es a lo mayor que se puede aspirar. “El uso incorrecto de las manos/ tiene como consecuencia final la torpeza en la acción/ la lesión, la ruptura/ de la materia que se sostiene en ese momento/ específico”, escribe Jonás Gómez.  ¿Cómo no relacionarlo con el trabajo estético al mismo tiempo? Después de todo, el descubrimiento de algo nuevo, siempre está al alcance de la mano.

El uso correcto de las manos - Jonás Gómez

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El poemario El uso correcto de las manos (Taller Perronautas, 2018) de Jonás Gómez explora en los múltiples caminos que se pueden tomar con las dos extremidades que diferencian al ser humano del resto de las especies. Con un estilo narrativo, por momentos explicativo y ensayístico, el autor deja lugar a momentos lúdicos y originales que hacen que el lector sospeche si realmente conoce a esas dos manos con las que sostiene el libro. 

Sobre el autor

Jonás Gómez  nació en Buenos Aires en 1977. Estudió dibujo y pintura en el Centro de Artes y Oficios CEAVAO. Publicó “Equilibrio en las tablas” (Mansalva, 2010), primer premio Indio Rico en el género poesía, “El dios de los esquimales” (Ediciones Diatriba, Santa Fe, 2011), “Planos para construir dos ciudades” (Mancha de aceite, 2012)  “Calendario de siembra” (Barba de abejas, 2014) y “Venga a nosotros el reino de las estrellas” (El ojo del mármol, 2015) y Economías hídricas (El ojo del mármol, 2016). En 2017 obtuvo el tercer premio del Fondo Nacional de las Artes en la categoría cuento con el libro inédito El poder infinito de los cuerpos. 

La posibilidad poética

Ya quedó más que demostrado que los temas de los que puede hacer uso la poesía son infinitos. Basta con leer De parte de las cosas de Francis Ponge, por ejemplo, para ver una poética de todo aquello inanimado que nos rodea. Ahora bien, ¿las partes del cuerpo en qué categoría entrarían? ¿Ejercemos un control tan conciente como creemos? ¿Las conocemos tan en profundidad como quisiéramos? El poemario El uso correcto de las manos (Taller Perronautas, 2018) de Jonás Gómez  parece tener esa inquietud primaria como motor.

“La constante siempre fue la posibilidad/ de manifestar nuestra voluntad a través de las manos” , puede leerse al principio del libro, dando lugar a lo que vendrá después: una búsqueda estética sobre las manos y sus utilidades, evidenciando ese rol esencial en la cultura humana.  La digitopuntura o el five finger fillet son dos extremos de ello: la medicina que busca la mejoría o el entretenimiento que puede derivar en un dolor autoinflingido. El autor los mira con la misma distancia, buscando la comprensión del fenómeno en sí.

Cabe destacar que, a lo largo del poemario, se suceden dibujos de manos hechos por el propio Gómez, mostrando un diálogo entre los escrito y lo representado. Si a eso se le suma el trabajo artesanal de la editorial Taller Perronautas, el libro en su conjunto (contenido y soporte) es una evocación constante al oficio manual que muchas veces invisibilizamos en la rutina. Lo dice el autor: “Todo lo que se puede ver construido en el terreno/ que no es de la naturaleza/ fue trabajado por las manos del hombre”. 

 

Hay una búsqueda cercana a la epifanía en cada poema de El uso correcto de las manos, donde las dos extremidades de cinco dedos pueden ser redescubiertas por sus características intrínsecas o por los trabajos que realizan.  En ese proceso, se puede notar su verdadera importancia: “El huevo y la gallina, el canto y el aplauso,/ ¿qué fue lo primero?/ ¿El sonido en la garganta o el ritmo en las manos?”; O también: “¿Cuántas manos de esclavos y devotos/ sostuvieron las partes/ que hoy forman/ el patrimonio de la humanidad?”.

A modo de cierre, se podría pensar qué relación existe entre el uso correcto de las manos con el uso correcto de la poesía, si es que eso existe. En la reflexión, al menos, se encuentra un camino interesante a recorrer para encontrar una respuesta personal, que es a lo mayor que se puede aspirar. “El uso incorrecto de las manos/ tiene como consecuencia final la torpeza en la acción/ la lesión, la ruptura/ de la materia que se sostiene en ese momento/ específico”, escribe Jonás Gómez.  ¿Cómo no relacionarlo con el trabajo estético al mismo tiempo? Después de todo, el descubrimiento de algo nuevo, siempre está al alcance de la mano.