Este libro no debería leerse como si fueran 48 cuentos cortos adentro de un cuento largo, porque es otra cosa.Este libro es un cuento largo que se fue rompiendo en pedazos mientras le iban saliendo 48 cuentos cortos por el vientre y por los costados. El cuento largo se ha quedado mirando cómo se alejan de él, que ya no puede contenerlos;eran cuentos sobre el final de una pareja, sobre el apocalipsis cercano, sobre las mudanzas y las goteras. Me explico: el cuento largo era un deseo, y los cortos un plan, pero como deseo y plan son cuestiones opuestas, cuando se juntan un lago se incendia, una casa se hunde, un perro fluorescente aúlla, mientras 48 bolsas de consorcio yacen apiladas en la esquina de una habitación vacía. Adentro de ellas, están los cuadernos en los que se fue escribiendo este libro, con todas las hojas rotas. (Emilia Casiva)

 

Pablo Natale tiene gatitos sueltos en la cabeza. No escribe: juega. Se impone restricciones. O escribe argumentos de novelas, de películas, de boybands. O narra rápido, o muy lento, de adelante para atrás, o de atrás para adelante.  

Pero este libro va revelando otra historia, una de amor fraccionada, de proyecto frustrado, de cama deshecha. ¿Y si detrás del juego hubiera una tristeza profunda? ¿Y si la literatura fuera una excusa para lidiar con la realidad? 

En estas páginas, hay una necesidad milyunanochesca de lograr que ella no se vaya, de retrasar el momento de la ruptura. Natale juega seriamente. Como Brotesc, el reparador, se extralimita para corregir la realidad. (Golosina Caníbal)

Antes de que te vayas de casa - Pablo Natale

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Antes de que te vayas de casa - Pablo Natale $16.000

Este libro no debería leerse como si fueran 48 cuentos cortos adentro de un cuento largo, porque es otra cosa.Este libro es un cuento largo que se fue rompiendo en pedazos mientras le iban saliendo 48 cuentos cortos por el vientre y por los costados. El cuento largo se ha quedado mirando cómo se alejan de él, que ya no puede contenerlos;eran cuentos sobre el final de una pareja, sobre el apocalipsis cercano, sobre las mudanzas y las goteras. Me explico: el cuento largo era un deseo, y los cortos un plan, pero como deseo y plan son cuestiones opuestas, cuando se juntan un lago se incendia, una casa se hunde, un perro fluorescente aúlla, mientras 48 bolsas de consorcio yacen apiladas en la esquina de una habitación vacía. Adentro de ellas, están los cuadernos en los que se fue escribiendo este libro, con todas las hojas rotas. (Emilia Casiva)

 

Pablo Natale tiene gatitos sueltos en la cabeza. No escribe: juega. Se impone restricciones. O escribe argumentos de novelas, de películas, de boybands. O narra rápido, o muy lento, de adelante para atrás, o de atrás para adelante.  

Pero este libro va revelando otra historia, una de amor fraccionada, de proyecto frustrado, de cama deshecha. ¿Y si detrás del juego hubiera una tristeza profunda? ¿Y si la literatura fuera una excusa para lidiar con la realidad? 

En estas páginas, hay una necesidad milyunanochesca de lograr que ella no se vaya, de retrasar el momento de la ruptura. Natale juega seriamente. Como Brotesc, el reparador, se extralimita para corregir la realidad. (Golosina Caníbal)