Escribir con el culo entre dos sillas no debe ser facil, lo mismo con la lengua entre dos paises o la sensacion de ser siempre sapo de varios pozos. Es el lugar de enunciacion de donde confiesa partir este libro. Un lugar precario, a punto de caer, pero desde el cual se construye una fortaleza, o para ser mas prudentes, una consistencia.
Luego de Pensar con mover, Marie Bardet asume una vez mas el desafio, y el pudor, de meter la voz. Y lo hace no “desde ninguna parte”, como es el ejercicio bastante habitual de la filosofia, sino desde un lugar, que son muchos, plantada en multiples situaciones y practicas a lo largo de los ultimos diez anos. La filosofia asume entonces un devenir situado y a la vez moviente, contra todo universalismo o neutralidad.
La bitacora de este viaje fue asumiendo en su trayecto serpentino, que adopta al gerundio como gramatica privilegiada, aunque no se priva del infinitivo, el nombre de Perder la cara. Que es tambien ganar la espalda o, como se dice en este libro, dorsalizar. Contra el oculocentrismo de la mirada “clara y distinta”, que hace foco, centro y frente, un tacto que se inmiscuye y multidirecciona todos los sentidos, incluso el visual, circunda el claroscuro y lo nitidoborroso, y des-orientando permite pe(n)sar.
Entre espacios y tiempos transversales, del activismo feminista y queer a los talleres y clases, de las practicas corporales y danzadas a las derivas politicas, de la calle a la cama, pero tambien en medio de la crudeza del existir, de un ponerse en “cuero” que no es la vida nuda, la apuesta es encontrar buenas preguntas para seguir con el problema, instaurar gestos a la altura de un vivir.

Perder la cara - Marie Bardet

$14.200
Perder la cara - Marie Bardet $14.200

Escribir con el culo entre dos sillas no debe ser facil, lo mismo con la lengua entre dos paises o la sensacion de ser siempre sapo de varios pozos. Es el lugar de enunciacion de donde confiesa partir este libro. Un lugar precario, a punto de caer, pero desde el cual se construye una fortaleza, o para ser mas prudentes, una consistencia.
Luego de Pensar con mover, Marie Bardet asume una vez mas el desafio, y el pudor, de meter la voz. Y lo hace no “desde ninguna parte”, como es el ejercicio bastante habitual de la filosofia, sino desde un lugar, que son muchos, plantada en multiples situaciones y practicas a lo largo de los ultimos diez anos. La filosofia asume entonces un devenir situado y a la vez moviente, contra todo universalismo o neutralidad.
La bitacora de este viaje fue asumiendo en su trayecto serpentino, que adopta al gerundio como gramatica privilegiada, aunque no se priva del infinitivo, el nombre de Perder la cara. Que es tambien ganar la espalda o, como se dice en este libro, dorsalizar. Contra el oculocentrismo de la mirada “clara y distinta”, que hace foco, centro y frente, un tacto que se inmiscuye y multidirecciona todos los sentidos, incluso el visual, circunda el claroscuro y lo nitidoborroso, y des-orientando permite pe(n)sar.
Entre espacios y tiempos transversales, del activismo feminista y queer a los talleres y clases, de las practicas corporales y danzadas a las derivas politicas, de la calle a la cama, pero tambien en medio de la crudeza del existir, de un ponerse en “cuero” que no es la vida nuda, la apuesta es encontrar buenas preguntas para seguir con el problema, instaurar gestos a la altura de un vivir.