"Publicados por primera vez en 1883, los Cuentos crueles son la muestra más fiel y más completa de la escritura de Villiers de L’isle Adam. Y fue a través de ellos que alcanzó la fama. La crueldad en estos relatos no es una crueldad única, y mucho menos predecible. Cuando uno cree que por fin entendió el sentido del título, cuál ha sido la apuesta del autor, el cuento siguiente nos desconcierta, nos propone un registro, una sensibilidad diferente, y por lo tanto, una manera particular de entender la crueldad. En cuentos como “Las señoritas de Bienfilâtre”, “Máquina de gloria” o “El tratamiento del doctor Tristán”, la hipocresía moral de la alta sociedad, las vanidades del arte y las soberbias de la ciencia, todo es material para la pluma filosa y llena de ingenio de Villiers. Pero cuando uno cree que lo ha entendido, que está frente a un alma tan amarga como divertida, iconoclasta y descreída de todo, se encuentra con relatos tenebrosos como “El convidado de las últimas fiestas” o “El intersigno”, que nos envuelven con su clima romántico y ambiguo y nos perturban con su lirismo agónico. Ominosos relatos que despliegan paisajes e historias cargadas de ecos y misterios que resuenan más allá de la vida. Y entonces uno tiene la impresión de encontrarse ante alguien que, muy por el contrario, cree en todo, y sufre por eso."

Del prólogo de Ricardo Romero.

Cuentos crueles - Villers De L`Isle Adam

$19.300
Cuentos crueles - Villers De L`Isle Adam $19.300

"Publicados por primera vez en 1883, los Cuentos crueles son la muestra más fiel y más completa de la escritura de Villiers de L’isle Adam. Y fue a través de ellos que alcanzó la fama. La crueldad en estos relatos no es una crueldad única, y mucho menos predecible. Cuando uno cree que por fin entendió el sentido del título, cuál ha sido la apuesta del autor, el cuento siguiente nos desconcierta, nos propone un registro, una sensibilidad diferente, y por lo tanto, una manera particular de entender la crueldad. En cuentos como “Las señoritas de Bienfilâtre”, “Máquina de gloria” o “El tratamiento del doctor Tristán”, la hipocresía moral de la alta sociedad, las vanidades del arte y las soberbias de la ciencia, todo es material para la pluma filosa y llena de ingenio de Villiers. Pero cuando uno cree que lo ha entendido, que está frente a un alma tan amarga como divertida, iconoclasta y descreída de todo, se encuentra con relatos tenebrosos como “El convidado de las últimas fiestas” o “El intersigno”, que nos envuelven con su clima romántico y ambiguo y nos perturban con su lirismo agónico. Ominosos relatos que despliegan paisajes e historias cargadas de ecos y misterios que resuenan más allá de la vida. Y entonces uno tiene la impresión de encontrarse ante alguien que, muy por el contrario, cree en todo, y sufre por eso."

Del prólogo de Ricardo Romero.